No estoy enamorado de ella; eso lo tengo claro. Estoy enamorado de un ideal, de algo que imaginé. Mi problema es que a esta idea le puse sus ojos.
Entonces, cada fantasía me mira como ella lo hacía, así medio de costado. Y cuando pienso en ella pienso que es ideal, como lo imaginé: compañera, buena, sensible, graciosa... lo que yo quiero, bah.
Pero no es como la imagino. Es distinta, mucho más real y no tan alta. Ella, la real, hace lo que quiere y no lo que yo quiero que haga. No llama cuando yo quiero que suene el teléfono, no aparece cuando me siento solo, ni nada.
Pero, ¿porqué le pido fantasía a una persona real? Las personas reales, en general, hacen lo que quieren. A veces lo que pueden. El error es esperar que 'el otro' haga -piense, sienta- lo que nosotros queremos.
Las personas de verdad sienten, piensan y actuan como ellos mismos. No como las fantarías que tenemos, que nos complacen.
1 comentario:
jajajja, es verdad a veces los pensamientos mas simples son los mas complicados de ver y practicar..,y vos Nahuel tenes una forma muy graciosa y dinamica de recordarme las pequeñas grandes curiosidades que se nos presentan en la vida.
Muchas gracias por darme estos buenos momentos, se disfruta mucho leerte Besos
Loretta.-
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